Las marcas, como todo en esta vida, también tienen fecha de caducidad, por lo tanto, actualizarlas es algo positivo y necesario.
Al proceso de transformación y actualización de una marca le llamamos rebranding y para llevarlo a cabo es importante realizar un análisis lo más completo posible, que debe abordar aspectos que abarcan desde las nuevas circunstancias del mercado hasta las expectativas de los clientes.
Muchas veces el replanteamiento de la marca obedece a la detección de un problema actual o potencial, pero en muchas ocasiones también es interesante realizar ese ejercicio para evitar quedarnos obsoletos
Síntomas de que tu marca necesita un rebranding.
No siempre es fácil darse cuenta de que tu marca necesita un lavado de cara. Una vez realizado el trabajo de branding, resulta difícil desprenderse de todo lo que nos representa o tomar consciente del origen del problema.
Los motivos que suelen estar detrás de un rebranding van desde la sensación de que una marca está anticuada hasta una mala fama labrada a lo largo del tiempo por una mala praxis.
Aunque funcione bien, si modernizas un poco el aspecto de tu marca, seguro que tus clientes lo agradecen y se muestran más receptivos.
Si tu cliente ideal y tu marca no acaban de conectar, puede que el problema lo tengas tú. Quizás es momento de replantearte la identidad de tu marca y alinearla un poco más a ese cliente que sabes que es perfecto para ti.
Tiene mala fama
Este es uno de los motivos que más suelen pesar a la hora de decidir si llevar a cabo un rebranding. Puede que con el tiempo, la imagen de tu marca se haya visto perjudicada por proyectos que han salido mal o por temas ajenos a ti. Ese puede ser el momento perfecto para darle un lavado de cara completo y empezar de cero. La experiencia que tienes no se va con el nombre de tu marca.
Las marcas, como las personas, cambian con el tiempo. La gente entra y sale, y con ellos nuevas ideas y formas de entenderlas. Cuando esto pasa, es necesario actuar. Los trabajadores deben sentirse parte de la marca y comulgar con sus valores y realidad. Un rebranding puede ser la forma perfecta de lograrlo.
Los cambios siempre cuestan, pero si te identificas con alguna de las razones que te acabamos de exponer, tal vez ha llegado el momento de replantearte la actualización de tu marca
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