A menudo, es difícil ver la diferencia entre un gasto y una inversión.
Cuando tienes un negocio, es normal obsesionarte con los números. Solo piensas en reducir gastos y aumentar ingresos para obtener mayores beneficios.
Sin embargo, tienes que tener una cosa en cuenta que es clave. Y que, a veces, nos cuesta mucho ver.
Para mejorar tus resultados, tienes que invertir en ti mismo.
Seguro que hay gastos que das por hecho. Una web, una consultoría, publicidad en medios o redes sociales… Dependerá de la naturaleza de tu negocio.
Pero siempre hay otros que te cuestan más. Quizás porque no los ves necesarios, o porque no ves la manera en que pueden beneficiarte.
Un logotipo profesional suele ser uno de ellos.
En el artículo de hoy, voy a darte razones de peso por las que un logotipo profesional es una inversión y no un gasto.